Después de un largo trecho recorrido estas últimas semanas, por fin agarro con fuerza el teclado. Hoy toca hablar de cierta batalla épica desde tiempos inmemoriales (y no hablo de las fuerzas del mal sith contra los jedi) sino de la materia y la antimateria.
Como si de un espejo se tratara, en el reflejo de la materia se podría apreciar la antimateria.
Antes de nada, probablemente se intuya «más o menos» el significado del concepto antimateria, pero vamos a empezar por el principio:
LA MATERIA
– ¿Que es la materia?
– Todo. Todo lo que nos rodea en estos instantes forma parte del concepto de materia. Materia es todo aquello que tiene masa y ocupa un espacio. Todos los cuerpos estan compuestos de materia y tienen como característica común las siguientes propiedades, conocidas como propiedades generales de la materia.
Propiedades generales de la materia
– La inercia.
Es la propiedad que tienen todos los cuerpos de mantener su estado en reposo o movimiento.
– La extensión.
La materia ocupa un espació, una «extensión» de espacio es ocupada por ella.
– La movilidad.
Es la capacidad que tiene un cuerpo de cambiar su posición en consecuencia de la interacción con otro.
– La impermeabilidad.
Se refiere a la que es imposible (temerario el uso de esta palabra) físicamente que dos cuerpos ocupen un mismo espacio.
– A parte de las anteriores propiedades, la materia tiene una estructura. Si por ejemplo tomamos una muestra de cobre y la dividimos en trozos más pequeños cada vez, habrá un cierto límite de subdivisiones [antes del año 1800 se creía que la materia era continua y se podía subdividir infinitamente] hasta llegar a la unidad básica de la materia conocida como átomo.
Se podría decir que el átomo es la partícula más pequeña que existe de un elemento el cual conserva sus propiedades generales intactas. Si bajamos más de nivel, el elemento se verá modificado.
El átomo
– El tamaño de un átomo ronda los 10 elevado a la -8 centímetros de diámetro. Se requieren 100 millones de átomos colocados en fila para llegar a 1 cm.
Aquí viene la parte importante de la cuestión; los átomos están formados por las partículas fundamentales que son las más conocidas probablemente: el electrón, el neutrón y el protón.
El electrón
Se acostumbran a representar como e- . Los electrones rodean al núcleo del átomo compuesto por los neutrones y protones. Los electrones tienen la carga eléctrica más pequeña, además de negativa, y su movimiento genera la corriente eléctrica que te permite estar leyendo estas líneas ahora mismo. Se podría decir que los electrones juegan un papel muy importante en la química de un elemento (recordad la tabla periódica de los elementos y como los electrones influyen en la valencia del elemento).
La tabla periódica de los elementos recoge la estructura atómica de los diferentes elementos conocidos.
El protón
Es una partícula nuclear de carga positiva de igual en magnitud a la del electrón. Junto con los neutrones, los protones se encuentran en el nucleo del átomo. Para hacernos una idea de los tamaños entre las partículas, ahí va una relación:
El tamaño del protón es 1836 veces mayor al tamaño del electrón, a concretar más, tiene una masa de 1.6726 · 10^-27 Kilogramos.
En física nuclear, los protones se usan como proyectiles al realizar colisiones en los aceleradores de partículas, con la finalidad de disgregar más la materia y obtener más partículas fundamentales.
El neutrón
Es la partícula eléctricamente «neutra» de la materia. Mide un poco más respecto al protón (1.0013 veces más). La peculiaridad de los neutrones, es que en un núcleo de un átomo junto con los protones es más o menos estable, pero si lo separamos de este núcleo se desintegra en 1000 segundos dando lugar a un electrón, protón y a un neutrino (más adelante se explica).
Átomo de materia. Sus electrones orbitan alrededor del núcleo formado de protones y neutrones.
– ¿Podéis adivinar la fuente de neutrones de mayor intensidad hasta hoy?
– Exacto! Los reactores nucleares.
[apertura de la pequeña incisión]
Existen dos tipos de reacciones nucleares, la fisión y la fusión:
La primera es la que se usa en las centrales nucleares para generar energía, donde se desintegran los átomos de uranio por ejemplo, en otros generando energía en la reacción. Es una ecuación del estilo: a + X -> Y + b + Q ; donde «X» es el núcleo atómico original, «Y» el resultante, «a» el tipo de partícula con que se bombardea el núcleo de «X» y finalmente «b» la partícula (o las partículas) que resultan de la reacción. La «Q» es el balance de energía que se produce en consecuencia de la reacción. Olvidadlo.
De un átomo se generan otros mediante la fisión nuclear.
La segunda reacción es obviamente la contraria. Si antes se separaban átomos, ahora se fusionan. Mas concretamente de dos átomos ligeros se obtiene uno de más pesado. Un ejemplo precioso de esta reacción lo encontramos en el interior de las estrellas que nos proporciona nuestro querido e inconsciente bronceado veraniego. Se la considera la energía del futuro ya que no produce residuos radioactivos y se podrían obtener combustibles económicos, como el deuterio, de un elemento tan simple como el agua de mar.
En el interior de las estrellas se producen reacciones de fusión.
[cerrado de la pequeña incisión]
Explicadas ya las tres partículas fundamentales y probablemente más conocidas (dedicaré otras entradas del blog al resto de partículas) ya podemos definir la antimateria.
LA ANTIMATERIA
¿Que es la antimateria?
– Como bien se ha comentado anteriormente, la materia esta compuesta de electrones y protones cargados negativa y positivamente. Se podria decir en pocas palabras que la antimateria es todo lo contrario. Un átomo de antimateria contiene en su nucleo un protón cargado negativamente (llamados antiprotones) y los electrones cargados positivamente alrededor del nucleo (llamados antielectrones o positrones). Al entrar en contacto un átomo de materia con otro de antimateria se produce un fenómeno de aniquilación, o lo que es lo mismo, la transformación de materia en energía.
Estructura atómica de la materia y antimateria.
Hay diversas teorías acerca de la antimateria.
Teorías de la antimateria
– La primera de ellas defiende que tanto la materia como su análoga, la antimateria, existían a partes iguales en el origen del universo, pero que la materia superaba en número la batalla. Al predominar más, la antimateria se aniquiló y el Universo que hoy en día conocemos esta formado de la materia restante a «la gran batalla cósmica».
– La segunda se infiere de la primera. Hay tanta materia como antimateria en el Universo a partes iguales pero en lugares muy distantes entre ellos, evitando así su aniquilación. Se cree que los rayos Gamma que recibimos del espacio actualmente son la radiación expulsada de la aniquilación en los puntos del espacio donde se encuentran la materia y la antimateria. Es complicado confirmarlo porque tanto una como otra emiten radiaciones electromagnéticas iguales.
De esta segunda teoría se me antoja una cuestión que dejaré caer.
– ¿Si la materia y la antimateria conviven en el Universo a partes iguales, pero a tanta distancia que no se dan los fenómenos de aniquilación, que hay en medio? ¿Vacío? ¿La Nada? (si el Universo fuera infinito no existiría…) […]
Dicho todo esto, podéis (y debéis) preguntaros: ¿Y yo que puedo hacer con esto? Es decir, ¿Que aplicaciones le puedo dar a la antimateria en el caso que se pudiera generar?
Aplicaciones reales de la antimateria
– En primer lugar una buena utilidad sería el usarla como combustible. Para que os imaginéis la potencia que tiene, con solo 250 gramos de antimateria se podría llegar a Marte en 1 hora y a la Luna en 8 minutos.
– Otra aplicación es la producción de energía. La antimateria es la fuente de energía más poderosa conocida ya que la libera con una eficacia del 100% (la energía producida en la fisión nuclear posee un balance de eficacia del 1.5%). No se generaría ni contaminación, ni radiación y además con una sola gota se podría proporcionar electricidad suficiente para cubrir las necesidades de Nueva York durante 1 día entero.
Si Einstein estuviera ahora mismo por estos lares diría:
– ¿No os dejáis algo?
Y el lector le diría:
– No (¬¬). ¿Y ahora que te pasa?
– Que caeréis en el mismo error que mis colegas Lise Meitner y Otto Hahn en el 1938 cuando descubrieron la fisión nuclear [Pobre Lise, le usurparon el nobel por ser mujer y judía. ¡Que menos que acordarse de ella!].
Como bien dice nuestro colega Einstein la tercera aplicación es la armamentística. Toda una tragedia. La potencia de aniquilación de materia-antimateria se podría utilizar como el explosivo más potente jamás imaginado. 1 gramo de antimateria con 1 gramo de materia produciría tanta energía como para lanzar 1 millón de toneladas de materiales a 20 kilómetros de altura; o lo que es lo mismo, la potencia de 20 kilotones equivalente a la bomba de Hiroshima. ¡Solo 1 gramo!
Una de las aplicaciones de la fisión nuclear son las bombas atómicas.
Evidentemente, no todo es tan sencillo.
Limitaciones de la antimateria
– No existe en el mundo conocido antimateria relativamente disponible
– Hasta ahora en el proceso de obtención de una unidad de antimateria se debería gastar previamente 100 millones más de energía.
– La eficacia de almacenamiento actual de antiprotones es tan solo del orden del 1%.
– Si toda la capacidad se usara para producir antiprotones, los resultados finales al cabo de un año servirían para mantener encendida una luz de 100 Vatios durante 3 segundos.
– Si se usara toda la capacidad mundial y recursos totales disponibles, la luz solo estaría 6 minutos encendida.
– Todas las reservas mundiales de carbón, petroleo y gas, una vez convertidas en antiprotones con los rendimientos actuales, producirían energía suficiente para dar una vuelta costera a España con un coche.
Reflexión personal
– En caso de poder generar antimateria no estamos preparados para ello (ni en moral, ni en ética). En un momento social tan delicado, en todas partes del globo, no creo que deba ser el siguiente descubrimiento. Casi que es mejor (en mi opinión) encontrar la forma de generar y estabilizar el proceso de fusión nuclear. De hecho existen ya laboratorios en japón y EEUU que están muy cerca de generar «pequeños soles» capaces de generar altas cantidades de energía eléctrica para alimentar las grandes ciudades. Aunque también tiene sus factores de riesgo, desde luego los errores no se pagarían tan caros como con la antimateria.
Siempre ha existido, existe y existirá el lucro de cierto individuos y mercados económicos globales a raíz de estos fantásticos descubrimientos (vacunas, medicamentos, pandemias, nuevas formas de energía, armas, …). Véase (o mejor léase) Ángeles y Demonios de Dan Brown, un buen libro de ciencia ficción.
A veces pienso que la humanidad no se merece la capacidad de evolucionar ni progresar, pero en esas veces, salgo por la noche (bien tarde de madrugada) y alzo la mirada al cielo para darme cuenta, otra vez, de lo pequeños que somos. Es entonces cuando me embarga una mezcla de sensaciones parecida a humildad, honradez, miedo y respeto (es por ello que le tengo un gran respeto a la gente que se dedica al estudio del cielo ya que disponen de esas cualidades que muchos otros carecen).
Si cada ser del planeta pudiera sentir eso mismo que yo siento, ahora mismo estaríamos camino de ser realmente grandes, pero debemos merecerlo.